De la teoría a la practica media un abismo inmenso, te crees doctor cuando sales de la Facultad, pero te das de topes cuando se te presenta un Síndrome del que nunca oíste hablar en la Escuela de Medicina. El síndrome de la mano alienígena o síndrome del Dr. Strangelove es un trastorno neurológico poco frecuente que se caracteriza por la presencia de movimientos involuntarios e incontrolables en uno de los miembros superiores, además de una sensación de «personificación» o al menos de extrañeza con relación al mismo.
El síndrome de Stendhal (también denominado síndrome de Florencia o Estrés del viajero) es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo,confusión, temblor, palpitaciones, depresión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando estas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar.
El Síndrome del Poeta involuntario. Doctor otorrino, hágame el favor, estoy casi loco, muerto
de pavor. Desde hace algún tiempo solo puedo hablar si me
expreso en verso o voy a cantar. La gente se ríe, me dicen
así: «No seas tan pesado, deja de rimar. Tú no eres un vate,
date cuenta ya. Cierra pronto el pico o vete a remar». A mí
no me importa. Unos tontos son. Usted sí es un as, que de
esto sí sabe y me va a curar, que hace mil milagros, que habla
hasta en inglés, que sin más amagos, como una lorita, pronto
parlaré.
El galo lo mira de cabeza a pies, le examina el pulso, la
boca, el oído y la misma tez. No dice ni pío, diga treinta y tres,
una ecografía, el estetoscopio lo ausculta al revés.
Sea muy paciente, sufro como usted, de la misma rima del
síndrome aquel. Disfonía espasmódica me ataca años ha. Recite
poemas, cante sin parar, diga trabalenguas, hasta desmayar,
que nuestras faringes son tan perezosas que si no le exiges son
poco virtuosas. Unas inyecciones le tengo que dar para que
las cuerdas vuelvan a sonar. Son como guitarras destempladas
ya. Si no tiene cura, venga usted aquí, que con mis pacientes
me divierto yo hablando entre dientes como quien cantó.
Damos espectáculos, concursos bucólicos, la toxina botúlica
nos calienta bien.
El pobre fulano muy quedo allá va, con cabeza baja, mascullando
ya. Si este no me cura, loco he de morir, pues de
tanta rima me voy a podrir.
Síndrome del Dr. Strangelove o también llamado Síndrome de la mano ajena ... vez en 1908 en un paciente que sufrió infarto cerebral en el hemisferio,