sábado, 20 de octubre de 2012

¡Obesidad, Divino Tesoro!



Tal vez el título del presente artículo no le parezca lógico o congruente, sin embargo parece ser que a la mayoría de las personas que padecen de éste problema piensan de ésta manera.
¿Por qué? Se preguntará el lector, la respuesta es simple, porque les gusta estar gorditos, les gusta obtener la ganancia secundaria que implica el ser Obeso. Un importante Maestro de Endocrinología que rebosaba en panículo adiposo justificaba su adiposidad, diciendo que su madre, cuando era pequeño le decía… “Yo quero uno beso…yo quero uno beso…”. Lo decía de broma, pero subconscientemente el Maestro guardaba la esperanza de mantener su estatus para obtener todo lo que la gente gorda obtiene por serlo, más atención, conmiseración, aceptación y todo lo que conlleva el ser merecedor de la compasión ajena.
En el mundo cada cuatro segundos ocurre un infarto agudo del miocardio y cada cinco segundos un evento vascular cerebral. En México, en la población adulta (20 a 69 años) hay más de 17 millones de hipertensos, más de 14 millones de dislipidémicos, más de 6 millones de diabéticos, más de 35 millones de adultos con sobrepeso u obesidad y más de 15 millones con grados variables de tabaquismo. En América Latina 75% de la mortalidad total en adultos se debe a enfermedades crónicas.
Nuestra pirámide poblacional muestra que la mayoría de los adultos (75%) tiene menos de 55 años de edad y aunque la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular es mayor después de los 40 años, en datos absolutos, los millones de portadores de estos factores de riesgo corresponden a la población económicamente activa, por lo que sus consecuencias socioeconómicas y en la calidad de vida. De ahí que pueden ser devastadoras las afecciones cardiovasculares que caen dentro del rubro de gastos catastróficos.
No conformes con esto, nuestras autoridades Sanitarias y los Seguros de Salud, no han puesto el suficiente empeño en abatir la mortalidad de todas las co-morbilidades que acompañan a la Obesidad, de hecho muchos organismos de Salud, no contemplan la Obesidad como una enfermedad, sino como una condición de la que el paciente es directamente responsable y que si quiere adelgazar, simplemente deje de comer. http://www.ameo.org.mx/

martes, 16 de octubre de 2012