Tal
vez el título del presente artículo no le parezca lógico o congruente, sin
embargo parece ser que a la mayoría de las personas que padecen de éste
problema piensan de ésta manera.
¿Por
qué? Se preguntará el lector, la respuesta es simple, porque les gusta estar
gorditos, les gusta obtener la ganancia secundaria que implica el ser Obeso. Un
importante Maestro de Endocrinología que rebosaba en panículo adiposo
justificaba su adiposidad, diciendo que su madre, cuando era pequeño le decía…
“Yo quero uno beso…yo quero uno beso…”. Lo decía de broma, pero
subconscientemente el Maestro guardaba la esperanza de mantener su estatus para
obtener todo lo que la gente gorda obtiene por serlo, más atención,
conmiseración, aceptación y todo lo que conlleva el ser merecedor de la
compasión ajena.
En el mundo cada cuatro segundos ocurre un infarto agudo del
miocardio y cada cinco segundos un evento vascular cerebral. En México, en la
población adulta (20 a 69 años) hay más de 17 millones de hipertensos, más de
14 millones de dislipidémicos, más de 6 millones de diabéticos, más de 35
millones de adultos con sobrepeso u obesidad y más de 15 millones con grados
variables de tabaquismo. En
América Latina 75% de la mortalidad total en adultos se debe a enfermedades
crónicas.
Nuestra pirámide poblacional
muestra que la mayoría de los adultos (75%) tiene menos de 55 años de edad y
aunque la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular es mayor después
de los 40 años, en datos absolutos, los millones de portadores de estos
factores de riesgo corresponden a la población económicamente activa, por lo
que sus consecuencias socioeconómicas y en la calidad de vida. De ahí que
pueden ser devastadoras las afecciones cardiovasculares que caen dentro del
rubro de gastos catastróficos.
No conformes con esto, nuestras
autoridades Sanitarias y los Seguros de Salud, no han puesto el suficiente
empeño en abatir la mortalidad de todas las co-morbilidades que acompañan a la
Obesidad, de hecho muchos organismos de Salud, no contemplan la Obesidad como
una enfermedad, sino como una condición de la que el paciente es directamente
responsable y que si quiere adelgazar, simplemente deje de comer. http://www.ameo.org.mx/