jueves, 5 de mayo de 2011

VENDETTA

Convencer a varias personas de que morir en aras de su ideal los va a conducir al paraíso donde les esperan 76 vírgenes, enseñarlos a pilotear un Boing 727 o 747, un Boing de cualquiera dominación, preparar las torres de manera subrepticia con explosivos y detonadores que se activarían con una gran concusión, sincronizar vuelos e introducir a estos fanáticos a los vuelos comerciales adecuados, valiendo les un cacahuate quienes viajarían con ellos al “Paraiso”, ejecutar el plan con tal precisión que prácticamente no hubo fallas, y lograr derruir dos símbolos del poderoso Imperio Estadounidense y con ello más de 10,000 vidas de todas las nacionalidades, eso es digno del mismísimo Maquiavelo.
Todo esto inició la 3era guerra mundial, pero de ninguna manera se terminó ahí, las legiones del Imperio se movieron al Medio Oriente donde libran una guerra sempiterna contra la opresión, la dictadura y el marasmo de los pueblos y después de 10 años localizan, aislan y suprimen el foco de la ofensa, mas esto es el principio de una cuarta conflagración mundial, y que Dios nos agarre confesados, porque no quedará piedra sobre piedra en la faz de la Tierra.
Es absurdo pensar que esto sea solo un ardid publicitario de Obama para ganar popularidad, se dieron las cosas porque supo aprovechar la ocasión, dicen que las oportunidades las pintan calvas y si no era ahora era nunca, como quiera que haya sido, si no fuera cierto ya hubiera brincado Osama para burlarse de sus archienemigos estadounidenses. De tal manera que se cumple el viejo y conocido refrán: "El que la hace... la paga."